El día a día nos consume y las 24 horas se hacen muy cortas cuando eres emprendedor, cuando te das cuenta otro mes ha pasado, hay cientos de tareas por realizar y son pocas las manos en estas etapas iniciales.
¿Cómo solucionamos este problema? Respuesta complicada… En Lanzadera sufrimos esta situación, y lo que hacemos para solventarlo es evaluar las tareas y priorizarlas en función de lo que aportan para la consecución de objetivos.
Cuando planificas la semana de trabajo, siempre te tienes que preguntar ¿Cuánto ayuda lo que estoy haciendo a alcanzar mis objetivos? Desecha aquellas tareas que menos valor aportan y céntrate en las que más empujen en la dirección marcada.
Haciendo esto, conseguimos que todos los esfuerzos que realizamos tengan un sentido y un por qué.
Existen herramientas como Trello o metodologías de trabajo como Scrum que te ayudarán a organizarte mejor y a ser más productivo, utilízalas, eso sí, sin perder el foco del cliente que es el que tiene la llave de la vida o la muerte de tu compañía (ya hablaremos de esto más adelante).
No prometo que con ello, el día dure más, pero lo que estoy seguro es que estarás caminando más rápido y sobre todo en la dirección que te has marcado.